¿Qué puedo contar sobre los acontecimientos festivos de mi tierra que resulte verídico?. ¿Acaso hablar de los Joaldunak, hombres vestidos con enaguas de puntillas y con pieles de oveja por encima haciendo sonar cencerros para despertar a la naturaleza invernada y auyentar los malos espíritus?. ¿O los hombres convertidos en carneros, atados y arreados por figuras siniestras?. ¿Os parece más creible?.
Tal vez aquella leyenda de los bandoleros malditos, condenados a trasformarse en niños sin memoria si un rayo de sol tocaba directamente sus ojos desprotegidos. Mientras medito todo esto una mujer comienza a volverse hombre tras escuchar la música embrujada de una tuba y un hada buena te devuelve a la niñez cuando te abraza.
He oído una explosión. Entre el humo desvanecido una niña se hace mujer con pelo de cobre y perro enano avestruz. Mas allá alguien nos invita a pasar al mundo mágico por un rato...
¿Todo eso es irreal?
Realmente...
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