Más allá de la polémica de la pantalla trasera, parece que ha nacido con una pega aún más importante: ya no hay ampliación en el visor óptico, de modo que tan sólo es razonable usarlo con focales bastante cortas. Dado que el visor híbrido es la característica que justifica su existencia, limitar el uso de la parte óptica le quita mucho de su gracia.