Gracias Albert, espero que puedas verla en persona. Es una cámara realmente peculiar, su mecánica interna tiene que ser un verdadero laberinto. En cierto sentido, me recuerda a la Contax IIa que tuve hace años. Aquella la vendí por ser demasiado frágil para su uso continuado, pero muchas veces me arrepiento. Era una telemétrica sensacional y sus ópticas Zeiss, auténticas joyas.