Los objetivos no son magia, sino funciones de diversos factores: fórmula óptica, vidrios elegidos, precisión en el montaje. Un objetivo no solo debe formar una imagen cuando está enfocado a infinito, sino que debe proporcionar un resultado adecuado a distancias cortas que son las más frecuentes en las cámaras de pequeño formato. Además debe proporcionar resultados adecuados entre temperaturas realmente frías y extremadamente calurosas.

Resultados adecuados son una combinación de factores: imagen plana, control de aberraciones suficiente para proporcionar una imagen nítida en todo el campo del formato (y no solo en el 25% central), una distorsión contenida, un rendimiento cromático consistente, etc.

Hacer eso exige escoger entre todos los factores de diseño. Un gran frontal permite conducir un haz de luz suficiente para conseguir una imagen nítida al final del viaje. Si tenemos un gran frontal y queremos que el diseño sea compacto debemos escoger vidrios especiales para meter todo en ese tamaño limitado (en las Leica telemétricas el filtro E60 es el limite del telémetro, más grande no puede verse, eso impide los diseños tipo Zeiss Luxia)

Miyazaki está más preocupado por producir objetivos distintos para un público coleccionista que la evolución de sus creaciones en una hipotética búsqueda de una imagen mejor.

Si buscas un objetivo luminoso en el que además de todo se tiene en cuenta el precio, te aconsejo que mires la oferta Voigtländer