Yo tuve la Contax IIa durante algunos años y es la cámara que más me arrepiento de haber vendido. Lo hice porque tuve que repararla en dos ocasiones y el mecánico casi me lo aconsejaba, pero es una telemétrica sensacional y sus ópticas Zeiss made in Stuttgart son una belleza, no sólo por rendimiento, sino también por aspecto exterior. Desconozco con qué aluminio o metal están fabricadas, pero su brillo es único e inconfundible. Quizá sea cierto o no, pero leí en algún lugar que, en los inicios, en lo más duro de la posguerra, la fábrica de Stuttgart no tenía ni cristales en las ventanas... Malos inviernos debieron pasar allí.
Gracias por la información Albert. Tu saber no tiene límite.