Era gratis cuando estudiabamos, de eso hace mucho ya. Cuando fuimos una vez con la niña, ya algo crecida entonces, ya era de pago. Entonces estaba lleno de gatos (eso si con un plan de control poblacional) y estaba muy cuidado como tu dices. Es una de las lugares entrañables a las que volveré la próxima (los jardines de Monforte están en esta lista también).

Por cierto la nueva cámara se te está amoldando bien, ¡un gran reportaje!