Hay momentos únicos, muy personales, individuales, en los que una luz interior se hace hueco, interrumpir esos momentos es un acto sacrílego, cruel, que demuestra necedad. Cuando nos encontramos en uno de esos momentos sólo nos queda observar, esperar y envidiar al afortunado.
Esto mismo me pasó hace unos días con mi hijo, lo fotografié y esperé a que fuese él el que despertase de ese momento. Un momento excepcional, ¿en qué estaba pensando? no lo se, pero lo que si sé es que fuese lo que fuese le llenó, al menos durante ese intervalo de tiempo...

L1003052 2 - Momentos