Otra historia otro drama, una nueva fabrica que desaparece dejando a muchos obreros en la calle, en el paro, en la miseria, con deudas y familias.
Hoy hemos estado dentro de una de tantas factorías cerradas hace meses, la escayola era lo que allí se fabricaba, cientos de pales cargados de ella que tal vez el cliente destinatario ya no pagó.
Ahora yace muerta y a falta de enterrar, pudriéndose sus huesos metálicos a la intemperie, descomponiéndose al viento, poco a poco los buitres llegan y se van llevando los pedazos de su carne, otro nuevo desastre de este País que no el último por desgracia.
Allí dentro, entre aquel inmenso y desolador silencio parecen oírse todavía los ruidos de las máquinas y las voces de los trabajadores, parecen llegar los camiones y salir cargados para la obra.
Pero la verdad es aterradora, ahora solo oscuros cuartos, grandes naves llenas de soledad y desperdicios, llenas de restos de lo que un día dio de comer a muchos.
La residencia del guarda, allí quedaron los últimos restos y objetos que un día fueron utilizados por el guarda de la empresa, el sombrero, el botijo, las botas, los guantes y un peine, su colchón, etc.
Os dejo unas fotografías.
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