Un año más la bella ciudad de Perpiñá (así debe escribirse en español, ya os contaré) alberga el festival Visa Pour L’Image que alcanza este año su 30ª edición. El sábado pasado nos acercamos (el tren es una maravilla desde que abrieron el tunel) y pudimos ver todas las exposiciones de la lista oficial (hay una lista Off que se expande por toda la ciudad y es más difícil de abarcar, aun sí no vimos pocas)

Por una vez no todos los reportajes se limitan a lo más sórdido de la realidad aunque esta no deje de ser triste. La lucha por la sanidad publica en la India y sus éxitos en Vietnam, la joven que presiona a los señores de la guerra del Yemen para que dejen de usar niños como soldados, las antiguas guerrilleras de que por fin pueden ser madres en la seva colombiana, son luces al final de un tunel.

Llaman la atención las fotos del éxodo Robinha en blanco y negro más que en color, habia uno de cada. Me impactó sobremanera un reportaje sobre la extracción de mineral de plata en el monté Potosí por parte de cooperativas de mineros y su mundo de creencias. También la exposición Big FOOD que retrata algunos extremos de la producción de alimentos

De algunas de esas exposiciones ya han hecho recensiones en la prensa escrita y digital.

Como siempre, una cita imprescindible.