John, mi repuesta vá más allá del blanco y negro. Lo puse por ahí en otro hilo. Siento un amor inmenso por el objeto fotográfico final y dimensionable y por su contenido material y sobre todo inmaterial. Hablo, por supuesto de la copia. Pero, además, la cámara analógica produce otro objeto dimensionable, físico, con contenido de materia y con significado mágico-espiritual. Hablo del negativo o diapositiva.
Mi elección es clara por ahora.
Te recomiendo dos lecturas, si me lo permites:
La cámara lúcida de Roland Barthes y su réplica:
El misterio de la cámara lúcida de Sergey Tisseron.
Bueno, quizás ya las conozcas.
Lo más importante de una fotografía es aquello que no nos muestra.
Bookmarks