“Yo tenía una granja en África, a los pies de las colinas de Cook”.
No, no es una frase fuera de lugar, he querido comenzar este post con la, a mi juicio, mejor frase de la película “Memorias de África”, que a mi me parece aparte de una gran película algo, una historia, que viene mucho más que a cuento para introducir lo que quiero contar, ……… y no, no es este un post para leer deprisa sino para meditar.
Por qué elegimos una Leica, qué nos da ella que no obtenemos de otras cámaras, de otras herramientas, que emociones o sueños nos llaman para comprar esas ópticas y esos cuerpos?, esto es lo que me pregunto, y medito en ello, por que para mi la cámara y el objetivo que manejo no solo son una prolongación de mi brazo, son algo más, son un motivo y un medio para mi inspiración, son objetos, herramientas que se poseen y que se dominan o no, que se utilizan y que sirven a nuestros propósitos y nos permiten obtener esa imagen, la imagen que buscamos.
Nostalgia es la palabra, nostalgia del mundo perdido y terror por el mundo que tenemos enfrente, al otro lado de la puerta que se abre apresuradamente, y con los ojos llenos de nostalgia miro y veo lo que se nos va.
A mis 52 años, todavía en la ultima parte de esa flor de la vida que pasa corriendo miro y veo la vida pasar corriendo, y tengo que correr con ella, o tal vez no !!.
Leica, ese pequeño gran fabricante de cámaras y objetivos que una vez fabricaba cámaras robustas hechas a mano y objetivos que todo el mundo quería tener. Leica, ese pequeño gran fabricante del que todos cuando empezaban en esto de la fotografía soñaban con tener algo de su firma.
Recuerdo y añoro, aunque todavía temprano para recordar por que Leica esta empezando a quebrar la línea, y miro, y veo lo que hoy todavía es Leica, y pienso e imagino el lugar a donde se dirige ese pequeño gran fabricante, y no lo entiendo, y no me gusta.
Con todo un pasado “glorioso” detrás de esta firma veo con cierta preocupación el camino que se ha elegido, supongo que ese camino es el natural, el que los accionistas dicen que debe ser, un camino de ventas, de hacer rápido y de deshacer aún más rápido. Veo que los nuevos productos se dirigen a un mercado nuevo, no al mismo mercado que siempre han tenido y mantenido, veo que la calidad no es la misma que lo que años atrás fue y que la calidad que ahora tenemos en nuestras máquinas mecánicas y nuestras digitales ya no van a ser lo mismo, nunca más. Veo que el cambio no va a ser bueno, veo que hay que conservar estas últimas analógicas y digitales, sí, las digitales también, por que las próximas generaciones ya no serán de latón ni estará hechas a mano, ni montadas por esos excelentes profesionales entrenados durante años e incluso durante generaciones. Ya nos han dicho que las M7 y MP son cuestiones del pasado, no sabemos cuanto tiempo permanecerán en el catálogo, ahora la han sustituido por la MM.
Las últimas grandes guerreras, las M9 y M9-P son, me temo, las últimas grandes y genuinas máquinas electrónico-mecánicas hechas a partir de latón macizo mecanizado, y montadas desde luego a mano, no, no hay que apresurarse en venderlas M9, estas cámaras están hechas para durar a pesar de que ciertamente son tan obsoletas de un día para otro como nosotros queramos que sean, son tan obsoletas como cualquiera otra digital del mercado pero con una diferencia, y es que otras no están hechas para durar más que unos pocos años, justo hasta que dos o tres nuevos modelos salgan al mercado, al menos las nuevas series, y desde luego no hay más que mirar para ver. Estas otras, nuestras Leicas, están diseñadas y hechas para durar toda una vida, solo cambia una buena parte de su el interior, que no todo, pero no cambia el hecho de que Leica exija componentes electrónicos de más alta calidad y de diseño exclusivo. Me temo que las M10 ya no están hechas así y solo se estampan las carcasas inferior y superior, pero aunque me equivoque, por que no la he visto en mis manos todavía y aventuro algo esta creencia, resultará seguro así en las próximas generaciones, y es también mi impresión y una fuerte intuición que ya esos componentes, los más importantes, son ya de consumo, de usar y tirar, esos ya sí que no serán lo mismo que los de ahora. Nadie puede dar una excusa mejor para justificar esa bajada de precios, y desde luego no es por una renuncia a los beneficios.
Una Leica para todos?, sí, pero realmente solo será un sello rojo en una carcasa barata, una óptica económica incomparable a lo que hay ahora.
No señores, creo y estoy convencido de que como todo en este desastroso mundo pues también Leica va a cambiar, y no creo que sea para mejor. Me imagino que a muchos les da igual todo esto, pero a los que vivimos la fotografía de otro modo mucho más profundo nos importa y mucho, por que vemos que vamos a perder algo importante.
Me temo que las próximas Leica que vean la luz en los años venideros posiblemente ya no llevaran visores telemétricos como estos, llevaran visores asimilados con micro monitor dentro, y esto ya será romper con toda una filosofía de no una vida sino de toda una especie. Somos así, lo matamos todo.
Los objetivos van a seguir la misma línea, no es lógico pensar que si Leica reduce calidad y precio no lo haga con objetivos que valen a millón y a más, y no solo eso sino que ya entraremos a ver ópticas electrónicas económicas más parecidas a todo lo que hay en el mercado y que vende y da dinero, que lo que ahora tenemos.
Este es el mundo que viene, y por eso no, no vendáis vuestras Leicas digitales y vuestras Leicas analógicas, por que en el futuro valdrán mucho dinero.
Disfrutar de ellas, cuidarlas, mimarlas, porque no, para algunos de nosotros no son solo herramientas.
Esta es mi reflexión, que proviene de un ser humano y que por lo tanto es susceptible de estar equivocada en alguna medida.
Saludo al Mundo.
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