La Habana Vieja es un auténtico espectáculo. Un sinfín de calles con sus antiguos edificios en estado semirruinoso, con los restos de su belleza y de la riqueza que representaron en su día, convertidos en una auténtica feria de la chapuza para poder resistir hasta más allá del infinito y evitar que todo se desplome. Las escenas callejeras son de lo más variado, a destacar la gran afición de los cubanos a instalarse en sus balcones a contemplar la calle y lo que en ella sucede. Niños que juegan, gente que va y viene, grupos que charlan o discuten, partidas de dominó, suciedad hasta hartarse. No hay tiendas, o muy pocas, ya que no tienen nada que vender.

Con esta primera foto doy comienzo a una serie sobre el tema, si veo que el tema os interesa. Son fotos tomadas en 2010, tengo una buena colección para iros enseñando.

M9 + Summilux 24mm f/1.4 Asph, exposición 1/125 s a f/9,5 e ISO 160.

Cuba 0468 sepia - La increíble Habana Vieja